La higiene de los ojos empieza por una minuciosa inspección: no debe haber ni lagrimeo, ni irritación, ni rojez.

Los cuidados, que han de dispensarse con cierta regularidad, son muy sencillos.

Sobre los párpados debe aplicarse una gasa o disco desmaquillador empapado con agua tibia o suero fisiológico.

Se recomienda utilizar un producto isotónico de lágrima artificial. De este modo se evita la irritación de la córnea y zonas cercanas al ojo. Puede suceder que el ojo empiece a supurar, debido a las bacterias que proliferan con gran rapidez.  Al cabo de 48h, los ojos se quedan pegados debido a un pus amarillento. Por ello la higiene ocular es la mejor prevención contra la conjuntivitis.

El dueño no debe descuidar la vigilancia de las orejas de su mascota. Si un cuerpo extraño se introduce en el pabellón auricular, puede producir una infección. En tal caso el oído supurará y desprenderá un olor desagradable. Son los signos previos a una otitis.

En ese caso, es mejor consultar con el veterinario elegido.

Combatir la acumulación de sarro es un aspecto primordial de la higiene bucal en el gato. No hay nada mejor que el cepillado de dientes para evitar la aparición de ese depósito amarillento y desagradable. El sarro se origina por la acumulación de restos de alimentos. Éstos se mezclan con las proteínas.  Los minerales contenidos en la saliva se fijan a la superficie de las encías, originando una especie de barrera dura como una piedra y muy corrosiva para los dientes. El gato sufre por ello: echa mucha saliva tiene mal aliento y se le pueden llegar a descarnar los dientes, además del riesgo de padecer otras afecciones: gingivitis, estomatitis, etc.

Prestar mucha atención al cuidado de las uñas, especialmente importante en el caso de gatos de apartamento: no tienen ocasión de usarlas ni de eliminar las escamas muertas. Conviene, por tanto cortárselas con la ayuda de un corta uñas especial para mascotas. Debe hacerse con precisión y acostumbrar a su nuevo gatito a temprana edad. ¡Cuidado de no cortar la parte rosa, que es por donde va la vena! 

La higiene habitual es un medio para prevenir enfermedades de la piel.

Al cepillar a su gatito persa favorece la circulación sanguínea en los tejidos de la piel, ejerciendo una acción tonificante y asegurando la permeabilidad del pelaje. El cepillado ayuda a si mismo a eliminar los pelos muertos que cubren el pelaje e impiden al tegumento ( tejido que recubre el cuerpo) ejerce su función protectora. Cuando se lame, el gato ingiere pelos, que forman bolas y pueden alterar el funcionamiento del intestino, provocando estreñimiento, o incluso una oclusión intestinal. Se recomienda dar malta a su gatito cada semana para evitar la aparición de bolas de pelo.

El cepillado debe pasarse con un peine  desde la cabeza hasta la cola.

¿Por qué conviene aplicar dos champú dos veces en cada baño? eso tiene efectivamente su razón de ser, con la primera aplicación y gracias a las proteínas, se elimina la suciedad del pelo; con la segunda, se aporta un extra al manto. Después, el acondicionador ayuda a reconstituir la película protectora del pelo, aumentar el pelaje, suavizar la piel y prevenir los picores.  Al reducir la electricidad estática, facilita el desenredado durante el secado. Conviene señalar que hay algunos champús que no necesitan aclarado.